La Corporación Chilena de la Madera (Corma) manifestó «preocupación e incertidumbre» ante el inicio del cobro de aranceles a productos del rubro que son exportados a Estados Unidos.
El gravamen definido por Donald Trump para la madera blanda y otros artículos con base en madera es de 10 y 25 por ciento, respectivamente, pero aumentará a 30 y 50 por ciento a partir del 1 de enero del año 2026.
«Los nuevos aranceles que comienzan a regir hoy a las exportaciones madereras desde Chile a Estados Unidos sin duda que generan incertidumbre sobre el futuro de las exportaciones a dicho país», dijo el presidente de la Corma, Rodrigo O’Ryan.
«Aún es difícil saber cómo y cuándo podremos dimensionar su impacto real, dada la complejidad de las cadenas logísticas y de la economía global», explicó el líder gremial.
Indicó que «si bien Chile no está entre los países con mayores alzas en las tasas, (de todas maneras) algunos quedarán con aranceles menores a nosotros, perdiendo competitividad Chile (dentro de este escenario)«.
La ofensiva arancelaria «llega en un muy mal momento para el sector forestal, que -ya afectado por el robo de madera, incendios, violencia rural y alza de costos laborales y energéticos- está en una situación muy complicada. Por eso, junto a la diplomacia, se requieren medidas internas por parte del Estado que impulsen la demanda local, para compensar la muy probable caída externa«, señaló O’Ryan.
Además de la intervención diplomática frente a Washington, el sector maderero industrial llama a impulsar, por ejemplo, la construcción en madera, a fin de paliar los daños causados de la imposición arancelaria estadounidense.